Movimiento Universitario de Izquierda Rosario: Juicio a los genocidas en vivo

Juicio contra Brusa en santa fe:

http://www.santafe.gov.ar/index.php/web/guia/video?cat=video_juicio_vivo

QUIENES SOMOS:

Las agrupaciones Santiago Pampillón, Gallo Rojo y Agustín Tosco (UTN) son una construcción estudiantil donde confluimos compañeros y compañeras que comparten el compromiso, los sueños y la certeza de que el socialismo es posible y necesario en Argentina. Expresa en si mismo un proyecto de construcción unitaria, y se plantea a su vez la unidad de todos los revolucionarios como uno de los requisitos indispensables para pensar en las grandes transformaciones que necesita nuestro pueblo.

Creemos en la necesidad de un movimiento universitario que sea capaz aportar a la construcción de una universidad popular, a la que tengan acceso las grandes mayorías, donde se produzca conocimiento crítico y comprometido con los problemas reales que sufre nuestro pueblo y con un proceso de transformación social. Una universidad transformada y transformadora.
A nivel nacional nuestra agrupación es parte del Movimiento Universitario de Izquierda donde multiplicamos nuestros esfuerzos en distintas universidades del país, manteniendo en todas el fortalecimiento de la educación pública como bandera de lucha. Apuntando a la construcción de un nuevo proyecto de Universidad democrática, laica, crítica y transformadora, al servicio de su pueblo.

Convencidos de que la lucha es una sola, así como es uno el movimiento estudiantil que debe retomar sus banderas y su rol histórico en la construcción de una nueva sociedad: socialista.

Estamos convencidos de que es posible generar cambios profundos que apunten a mejorar la educación pública. Pensamos a nuestra agrupación como un espacio donde cada estudiante puede volcar sus intereses de transformación. Por todo esto necesitamos unirnos para que la construcción de un modelo de universidad sea posible.

TE INVITAMOS A CONSTRUIR JUNTOS LA UNIVERSIDAD QUE NOS MERECEMOS!

MOVIMIENTO UNIVERSITARIO DE IZQUIERDA

muirosario@gmail.com

de 1918 a la actualidad

Cada vez que surge un conflicto los estudiantes nos remitimos al ejemplo de los estudiantes que en 1918 llevaron adelante le Reforma en la Universidad Nacional de Córdoba. Y aquí nos preguntamos en que consistió tal reforma, qué se cambio, por qué, con quienes discutían los estudiantes, qué se discutía, cuál era el contexto, por qué se los ha combatido, y por qué hoy la invocamos.

En 1918 los estudiantes hacen frente a las políticas negligentes de la universidad y las camarillas que la gobernaban, con el fin de reformar su sistema político y pedagógico. Es decir, la formación de una estructura de gobierno dentro de la universidad que permita la participación de todos los actores que componen la institución, pero sobre todo dar mayor lugar a la expresión del movimiento estudiantil. Además de cambiar las prácticas pedagógicas que regían en la universidad y que provenían del dogma eclesiástico.

En el siglo XXI, la situación de la universidad es crítica, pero hoy somos partícipes de un contexto particular al cual debemos enfrentar y transformarlo. En 1918 si bien la situación era muy critica, el contexto era otro, la universidad era otra.

En 1916 en la Argentina se realiza por primera vez el sufragio universal, generando un gran movimiento dentro de las instituciones del país, es una búsqueda por la autenticidad nacional y popular de los poderes públicos. Llega Irigoyen. Gabriel Del Mazo dice que esto fue un renacimiento democrático para todas las instituciones, y entre ellas de las universidades. Si bien se termina con la generación que había manejado al país de 1880 a 1916 (aquellos que decían traer el “progreso”), y se plantea un gobierno democrático y popular, el radicalismo termina defraudando a aquellos sectores políticos y movimientos sociales que le habían brindado el apoyo y las esperanzas. El radicalismo llega con fuerza, con gran ímpetu al poder, paro queda demostrado en la historia que fue una fuerza demagógica, salvaguarda de los intereses de las oligarquías nacionales

Otro elemento importante para ver el contexto es la primera guerra mundial. Tras el choque de las fuerzas imperialistas la nación se repliega sobre si misma y se plantea generar un proyecto de país que represente a la mayoría y que se apoye en la constitución de una nueva organización nacional.

Un tercer factor importante fue el impacto de la Revolución de Ocubre, sobre todo en los jóvenes. Según Julio V. Gonzáles, “fue para media humanidad el símbolo de un idealismo rebelde y reconstructor”. Las ansias y la energía de conquistar nuestro propio destino, la convicción de que un horizonte socialista en este mundo desvastado por la guerra del imperialismo, es posible.

En nuestro país las universidades eran órganos de las oligarquías económicas e intelectuales. Era una necesidad democratizar la universidad, cambiar sus normas culturales, sus métodos de enseñanza, sus prácticas pedagógicas, las cuales respondían a los dogmas eclesiásticos insertos en su seno. El alumno (sin luz) estaba relegado, jugaba un papel meramente pasivo que solo justificaba la presencia de aquellos profesores y directivos que dominaban la institución universitaria.

En el manifiesto liminar de la Reforma Universitaria puede verse como los estudiantes llevan adelante un gran repudio a los dogmas del ORDEN y la AUTORIDAD. La renovación llevada en el ‘18 además de ser específicamente universitaria, conlleva una fuerte renovación social, un fuerte compromiso social.

Compromiso que excede los límites de la propia Nación y se orienta a todo AMÉRICA LATINA. A esto se lo puede ver en el manifiesto liminar; “Hombres de una república libre…” “estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana”. Entendemos que a partir del compromiso social y por la trascendencia en distintos países de América y más tarde del mundo, la Reforma del ’18 adquiere un carácter revolucionario, internacionalista, que aboga por la definitiva independencia, la autodeterminación de los pueblos de una América libre unida en contra del imperialismo.

En 1919 se realiza la ReformaUuniversitaria en Uruguay basada en la Reforma de Córdoba. Lo mismo en 1920 en Chile. En 1921 en México, donde además de llevarse a cabo la Reforma Universitaria se realiza el Primer Congreso Internacional de Estudiantes. Aquí se consolidad ese espíritu revolucionario del ’18, adquiriendo su carácter internacionalista. 1922 Colombia (Medellín), (1924, Bogota), 1923 Cuba, 1927 Paraguay, 1928 Brasil, 1929 Bolivia y Venezuela; además ese mismo año en Bs. As. se lleva a cabo el Primer Congreso Internacional de Maestros de los tres niveles de enseñanza, el cual se remite a la Reforma del ’18, a sus actores, los estudiantes y a sus características de lucha y de cambio; pero sobre todo a su trascendencia internacional.

Todo este desarrollo genera en las conciencias de los estudiantes de Latinoamérica un sentimiento de fraternidad, de solidaridad entre los mismos. Además es importante destacar el apoyo a la clase obrera, la unidad obrero-estudiantil en contra de la explotación y en la lucha por la emancipación de los pueblos de América contra el imperialismo.

Estos sentimientos de mutua solidaridad se demostraron también a lo largo de los años ’30, cuando las dictaduras que azotaron al continente para apagar las voces de aquellos que luchaban por un verdadero cambio social en nuestra América.

Creemos que un dato fundamental para entender el carácter revolucionario de la Reforma es que en cada uno de los países donde se ha transformado el sistema educativo universitario, el carácter revolucionario de los jóvenes y su compromiso social eran el mismo, pero es necesario destacar que en cada lugar la Reforma fue realizada con las particularidades de cada pueblo, la condición social de sus actores, sus recursos, su tierra, su gente. Claro ejemplo de construcción social y política que ha logrado la unidad a partir de la diversidad.

Fue en abril de 1918 cuando en la ciudad de Córdoba se realiza el Primer Congreso de Estudiantes de la Argentina, y se funda la FEDERACIÓN UNIVERSITARIA ARGENTINA (FUA). Es aquí donde se asientan las bases de la Reforma para la organización de la universidad. En primer lugar se define que tanto los estudiantes, como los profesores y los graduados, son quienes deben llevar adelante el gobierno de la universidad. En segundo lugar debe haber una autonomía universitaria respecto del Estado y que a su vez supone una verdadera autonomía de la enseñanza la labor científica y la dirección. Además se establece: la asistencia libre, la docencia libre, la periodicidad de la cátedra, publicidad de los actos universitarios, extensión universitaria, la ayuda social de los estudiantes, el sistema diferencial para la organización de las universidades, y sobre todo la orientación social de la universidad.

Aquí vemos como esa democratización se desarrolla en todos sus niveles y aspectos. Democratización del pensamiento y la acción que, según Gabriel Del Mazo conlleva y requiere la democratización en todas las relaciones sociales para la verdadera democracia de un país. Es decir que la verdadera autonomía universitaria necesita de la verdadera democracia política de la Nación. Aquí encontramos un punto importante que nos puede llevar al debate sobre la democratización en la universidad, ¿es necesaria la autonomía? ¿Hay autonomía universitaria respecto del Estado? y si verdaderamente hay autonomía ¿se la respeta?; que es esto de “democratización”, para qué; qué tipo de gobierno queremos; aquellas “bases” ¿aún persisten o fueron borradas del todo a partir de la nueva LEY DE EDUCACION SUPERIOR (LES)?; es decir importantes problemáticas que hacen a la vida y a la historia de nuestra universidad. Es desde aquí que instamos a pensar en nuestro contexto, sin borrar de nuestra memoria las huellas del pasado, ¿QUÉ UNIVERSIDAD QUEREMOS?

Por una nueva reforma

Desde EL MUI, entendemos que la universidad es el lugar privilegiado para la construcción de sentido en la sociedad y una institución que aporta a la manufactura del consenso social. Hoy la universidad, nuestra universidad, sufre una crisis de sentido, de su rol dentro de la sociedad, crisis de la institucionalidad en su conjunto. Esto se expresa hacia su interior, en las instancias de gobierno, en los sectores que hoy la conducen, en el desinterés del estudiantado en su mayoría.

Para lograr transformar la niversidad debemos sostener una amplia y activa participación y movilización de la comunidad universitaria en su conjunto. Es importante establecer un marco de unidad en la diversidad de los claustros y de las diferentes fuerzas del campo popular en la universidad que nos permita recuperar un espacio de disputa de proyectos en los espacios institucionales que vehiculizan nuestra universidad. Esto es revalorizar sus instrumentos, no desprestigiarlos, actuar sobre los mismos, disputarlos, ganarlos en pos del verdadero cambio.

Para ello es necesario un movimiento estudiantil que construya poder en la universidad de manera integral, ampliando la participación de todos sus actores. Buscamos generar herramientas gremiales con un verdadero anclaje político e institucional dentro de la universidad sin consignas vacías de contenido, y con la construcción de ejes académicos que nos permitan cuestionar nuestra realidad en todo sentido y luego disputar los espacios de poder que hace tiempo hemos perdido. Entendemos que como actores de nuestra universidad y como futuros intelectuales y profesionales, además de invocar el espíritu revolucionario de la reforma del ’18, necesitamos encarar el debate al calor de la sanción de una Nueva Ley de Educación con la vinculación de toda la comunidad universitaria; debemos disputar la producción y la apropiación del conocimiento; el ingreso, la permanencia en la universidad y la vinculación de los graduados con la institución; debemos formarnos como profesionales críticos, orientando la crítica a la unidad, a la construcción, no a la destrucción. Es necesario pensar el contexto sin olvidar lo que ya paso y en que nos equivocamos. En el ’18 hubo represión, hubo golpes, hubo palos, pero antes una universidad con un sistema injusto, autoritario, demagógico, represivo y expulsivo. Y aún hoy “…los dolores que quedan son las libertades que faltan”.

Movimiento Universitario de Izquierda

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Juicio a los genocidas en vivo

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